Una monja va
al médico con un ataque de hipo que ya le dura un mes.
- Doctor, tengo un ataque de hipo, desde hace un mes que no me deja vivir...
No duermo, no como, ya me duele el cuerpo de tanto movimiento compulsivo, involuntario.
- Tiéndase en la camilla, hermana, que la voy a examinar -dice el médico.
La examina y le dice:
-Hermana, está usted embarazada.
-¡Queeee! -Dice la monja y se levanta y sale corriendo de la consulta con cara de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la madre superiora del convento:
- Pero Doctor ¿qué le ha dicho usted a la hermana María?
- Verá madre superiora, fue una mentira piadosa.
Como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que se le habrá quitado, ¿no? -Dice el médico.
Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo...
¡¡¡pero el Padre Damián se ha tirado del campanario!!!
- Doctor, tengo un ataque de hipo, desde hace un mes que no me deja vivir...
No duermo, no como, ya me duele el cuerpo de tanto movimiento compulsivo, involuntario.
- Tiéndase en la camilla, hermana, que la voy a examinar -dice el médico.
La examina y le dice:
-Hermana, está usted embarazada.
-¡Queeee! -Dice la monja y se levanta y sale corriendo de la consulta con cara de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la madre superiora del convento:
- Pero Doctor ¿qué le ha dicho usted a la hermana María?
- Verá madre superiora, fue una mentira piadosa.
Como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que se le habrá quitado, ¿no? -Dice el médico.
Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo...
¡¡¡pero el Padre Damián se ha tirado del campanario!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario