viernes, 14 de diciembre de 2012

Contraataque humorístico


HARTOS DE LOS CHISTES ARGENTINOS Y DE LA EXPROPIACIÓN DE YPF...


1. El médico y la enfermera en el hospital gallego contemplaban a los recién nacidos que dormían en la nursery.
-Entre todos estos recién nacidos, hay un bebe cuyos padres son argentinos. ¿Usted sería capaz de adivinar cuál es el bebe argentino, enfermera? 

 -Pero doctor, no hace falta adivinar. El bebe argentino es aquél. El primero de la segunda fila.
-¡Que notable! ¿Y como lo ha sabido usted? 

-¡Hombre, sencillísimo! Es el que me cagó primero


2. La gallega había sido violada y llego la policía a tomarle declaración:
-Cálmese señora y cuéntenos todo.

 -Lo único que yo se, oficial, es que el tío que me violo era argentino. Si señor, sin duda era argentino.
-Pero señora, ¿cómo puede Ud. estar tan segura?

 -¡Hombre! Pues porque cuando terminó de violarme me obligó a darle las gracias.

 
3. El chico llego casi llorando del colegio:
-¿Qué te pasa, nene?

 -Mamá, en el colegio me dijeron que si era judío no era argentino.
-No, mi vida. Vos sos judío y argentino.

 -Bueno, pero entonces necesito saber que soy más: ¿argentino o judío? 
-¿Cómo qué sos más?
-Sí... Qué soy más.

 -Bueno, eso no te lo puedo contestar yo. Cuando venga tu padre se lo preguntas a él.
 Cuando llegó su padre, el chico se mandó:
-Papá ¿qué soy yo más, judío o argentino? 

-¿Por qué me preguntas eso?
 -¡Necesito saberlo!
-¿Para qué?

 -Hay un chico que me quiere vender la bicicleta. Por eso quiero saber que soy más. 
-No te entiendo.
-Si soy más judío, voy y le regateo el precio, pero si soy más argentino, salgo esta noche y se la afano, ¿entendés?



 4. Adivinanzas:
-¿Cómo llaman a los argentinos en Galicia?

 -Ni idea. 
-Espermatozoides.
-¿Por qué?
-Porque solo trabaja 1 de cada 3.000.000.

 

5. Anécdota urbana: La ambulancia llegó velozmente a la escena del accidente de tránsito. Bajaron los enfermeros con 1 camilla. El médico se acercó al argentino que acababa de chocar y le dijo:
-Cálmese. Pronto lo curaremos. 

-¡Mi Mercedes! ¡Mi pobre Mercedes! ¡Cómo ha quedado mi Mercedes nuevo! 
-Pero, ¡déjese de joder, hombre! Olvídese de su auto. ¡Su brazo izquierdo ha quedado aplastado!
-¡Oh, no! ¡Mi Rolex! ¡Mi pobre Rolex! 



6. El gallego se cruza con el argentino y le comenta:
-¡Que hermoso día! ¡Es un día realmente esplendido! 

-Muchas gracias. Se hace lo que se puede. 


7. Un argentino llevaba ya 20 años viviendo en La Coruña. Un día decide visitar al psicoanalista.
-Mire, doctor, lo mío es muy grave. Siento que perdí la identidad argentina. Siento que soy gallego. 

-¿Cómo lo afecta esto?
-Y… me afecta muchísimo. Cuando escucho un tango, me paro a bailar y termino bailando una Muñeira. Si, por ejemplo, tengo ganas de comer un asado, término pidiendo paella…
-Pierda cuidado. Esto tiene fácil solución.

 -¡No me diga! 
-Sí. En media hora estará usted curado.
-¿Y como va a hacer, doctor? 

-Lo hipnotizaré. 
-¡Gracias, doctor! ¡No sabe cuanto se lo agradezco! ¡Gracias, gracias!
Con habilidad, el psicoanalista lo hipnotizó y le hizo repetir:
-¡Soy argentino! ¡Soy argentino! ¡Soy argentino! 

Exactamente media hora después lo saco del estado hipnótico.
-Veamos: ¿Se siente usted bien ahora? 

-¿Y a vos que mierda te importa, gallego pelotudo?

 

8. El argentino intenta comprar unos cigarrillos.
-Bueeeenas. ¿Vos sos el dueño de este quiosco?

 -Buenos días tenga usted, señor. Verá: esto no es un quiosco, aquí lo llamamos estanco.
-Esteeeeee, a ver, dame cigarrillos de…

-¡Que no los llamamos cigarrillos! Los llamamos pitillos. 
-Bueno, y dame también unos fósforos.
-Aquí no los llamamos fósforos, sino cerillas. 

-Está bien. Dame unos encendedores. 
-Que aquí no los llamamos encendedores. Los llamamos mecheros.
-Decime viejo: ¿Y cómo llaman aquí a los hinchapelotas?

-No los llamamos. Vienen solos, por Aerolíneas Argentinas.



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