jueves, 14 de julio de 2011

¡Tremenda sorpresa!

A pesar de vivir bien y sin sobresaltos económicos, la vida sexual no funcionaba bien entre el marido y su joven mujer. Ella estaba convencida de que su esposo la engañaba con Janet la empleada doméstica.
Para salir de dudas preparó una trampa para atraparlo engañándola. Le dio licencia a la empleada sin avisarle a su esposo.
En la noche cuando se iba a la cama, el esposo le contó una historia: se sentía mal del estómago, por lo que iba a tomar un poco de aire antes de acostarse.
Cuando el fue al baño, la mujer salió al corredor, subió las escaleras y se acostó en la cama de la empleada.
Al rato entró el hombre silenciosamente y sin pérdida de tiempo, se metió en la cama y le hizo el amor con gran fogosidad.
Cuando terminaron, la mujer muy agitada le dice:
- ¿No esperabas encontrarme en esta cama?. ¿No es así querido?.
- Sinceramente no, patrona... respondió el jardinero.

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